San Cristobal se estaba ligando a una chavala en el momento de tu plegaria, pero la experiencia es un grado y salvo la desagradable compañía de un bumpy babeante que insiste en contarte su, a todas luces, sobredimensionada vida, el viaje transcurre sin problemas.
Llegas al planeta Klam, un polvoriento y atrasado lugar en el que hay poca vegetación, poca verguenza y mucho Mimidium, el oro rosa, como lo llamaron los primeros colonos que descubrieron sus propiedades afrodisiacas, un mineral presente allá donde poses la vista.
Lo primero que haces es dirigirte a las oficinas del ranger local. Alguien duerme en el despacho.
- Perdone, ¿es usted el ranger de por aquí? - gritas con todas tus fuerzas al oído del pobre dormilón.
- Eh... no - resulta que no estaba durmiendo el tipo despues de todo porque ni siquiera se ha sobresaltado - El señor Chuk está en una misión en estos momentos. Yo soy su ayudante, Fuss.
Chuk... ese nombre te trae recuerdos de antiguas historias sobre un ejército de clones defensores de la ley que se rebelaron... Pero no puede ser...
- ¿No me estará diciendo que el ranger es un Chuk-1000?
- Sí, ya no se ven muchos, ¿verdad? ¿Quién pregunta por él? - Fuss te mira de arriba abajo con su ojo biónico, lo que te hace sospechar que lleva incorporado un scanner biométrico. O eso, o será mejor que nunca te agaches a recoger una pastilla de jabón ante él. No quieres arriesgarte a que eso ocurra así que te vas, pero antes escondes tu tarjeta en el escritorio del Ranger Morris. No te hace falta leer su placa para saber que se apellida así.
No tienes pistas, no tienes ni idea de por dónde empezar, pero lo que sí tienes es ganas de ir al lavabo. Intentas usar el baño de un par de establecimientos, pero su política de consumir antes de usar te impide hacerlo. Nunca has pagado por cambiarle el agua al canario y no vas a empezar ahora. Ya estás buscando por los alrededores algún seto que te cubra de las miradas masculinas ajenas, cuando ves a lo lejos un sex-shop con un letrero enorme que dice: "The Twin Tits" y hacia allí te diriges.4
El amable dependiente te permite usar su servicio sin tener que comprar nada, pero ya que estás decides echar una hojeada a la mercancía.
. Si te decantas por mirar las revistas, que no te pille el dependiente en el post 25 que no estás en una biblioteca.
. Si decides comprobar la textura de esa muñeca hinchable que se parece tanto a tu ex-mujer, ve al post 24
