El teniente tiene todo el derecho del mundo a querer borrarte del mapa. No hay nada como que intenten asesinarte para meditar sobre la vida que has llevado hasta ese momento. Y lo que ves al recordarla, te deprime; y cuando estás deprimido te emborrachas.
- Mátame si quieres, Winslow, pero yo me voy de cañas.
- Pero, inspector Jim, está de servicio - lo dice como si hubieras insultado a su madre, que tipo más raro.
- No te preocupes - tratas de tranquilizarlo. - A las putas las controla sus chulos, y a estos, otro chulos. Es así como se mantiene el orden.
- Y a los carteristas ¿quién los controla? - pregunta sorprendido.
-... Si tanto te inquieta esa cuestión, patrulla tú por mí. Yo necesito un par de toneles de Whiskey o pronto estaré escuchando música country y haciendo trabajos manuales con una foto de Dolly Parton. Yo me largo.
Y hacia el bar más cercano te vas. Winslow te sigue, quién sabe si por camaraderia, por pena o porque sigue queriendo matarte.
Os sentáis en la barra. Siendo mediodía, el local está hasta los topes de marineros que finiquitan sus últimas horas en tierra, aprovechando la vida. Pronto el alcohol suelta tu lengua. Empiezas a hablar con Winslow de cosas sin importancia como el trabajo o el tiempo que hará el día siguiente, pero el sexto whiskie derriba cualquier muro que hubieras levantado alrededor de tus sentimientos.
-Winslow, ¿tienes amigos?
- Antes me juntaba con un tipo enclenque, con gafas y con gustos musicales algo extraños, creo que le gustaba la polka. El caso es que un día lo metieron en la carcel acusado de terrorismo psicológico y desde entonces no he vuelto a saber de él.
- Pues yo no he tenido ni siquiera eso. Me he pasado la vida viviendo el día a día, así eché a perder mi matrimonio. Nunca pensé que diría esto, pero echo de menos volver a casa y encontrarme a mi sonriente esposa con mis pantuflas en la mano y la cena servida, pero mi ex me odia y el resto de mujeres no me toman en serio
- Creo que no te dejó unicamente por que vivieras el día a día, Jim- te interrumpe sorprendido de encontrarse ante un machista. Se supone que todos fueron erradicados medio siglo antes.
- Winslow, se que parece una locura - continúas - pero... ¿Quieres casarte conmigo?
Siempre se ha dicho que beber no es bueno. No solo por los accidentes que luego puedes tener sino porque al día siguiente, aparte de con resaca, puedes despertarte con un uniforme de los Marines o un vestido de novia, como en el caso de Winslow, que borracho como un príncipe de Mónaco aceptó tu propuesta. Su fé inquebrantable en los votos matrimoniales le hicieron desistir de intentar anular la boda. Os vais a vivir juntos. Dentro de un par de años te dejará por el lechero, pero mientras tanto, disfruta.