Qué se le va a hacer, nunca has tenido mucha imaginación para los nombres, tu perro Bobby seguro que piensa igual. Además, los nombres buenos ya están cogidos: Caballo Loco, Gerónimo, Picha Brava...
Parece ser que el primo de Torito estuvo trabajando varios meses en la excavación de Zipple, hasta que este echó a todos los trabajadores tres días atrás. Vais en busca de "Amila Hierba", el primo de Torito que tiene un huerto a varios kilómetros de allí, junto a la autopista que atraviesa la reserva, por lo que no os es muy difícil encontrarlo. En un puesto ambulante al borde la calzada se encuentra rodeado de macetas Amila. No sabe mucho sobre lo que había allí, él sólo era el encargado de subir la moral de los trabajadores, nunca echó un vistazo a las ruinas ni a las instalaciones subterráneas que, según algunos trabajadores, encontraron bajo ellas. Lo único que puede hacer por vosotros es daros la dirección, pero antes tenéis que comprarle algo.
Con un par de macetas para regalárselas a tu madre, os dirigís hacia la excavación extrañamente alegres. Incluso los caballos, que en un descuido se comieron un par de hierbajos de Amila, parecen más animados que de costumbre.
Con las ruinas a pocos metros de distancia, descendéis de las monturas y os acercáis a pie para no ser descubiertos. Chuk con su escopeta, a la que cariñosamente llama SaraJuana, el único arma que llevas tú es un ridículo láser con forma de mando a distancia que, comparado con el inmenso cañón del rifle de chuk, parece... bueno, parece un mando a distancia, pero como dicen las mujeres piadosas: el tamaño no importa.
Ocultados por los restos de lo que en su día parece que fue una biblioteca, echáis un vistazo a los alrededores. En el centro de la excavación ruge un inmenso generador cuyos cables se pierden en una cilíndrica abertura en el suelo. Intentáis ver qué hay en el fondo pero está demasiado oscuro.
- Zipple tiene que estar ahí abajo- más que hablando contigo, Chuk parece pensar en voz alta. - Sería demasiado peligroso descender sin ni siquiera una vela, podría mancharme el traje
De pronto empieza a rascarse furiosamente la nariz, como si se le hubiera metido una mosca.
- Ya lo tengo, Jim. Tengo un plan. Rápido, dame las plantas que has comprado.
Con tu láser les prende fuego y las tira en el interior de la abertura. Antes de que lleguen al fondo ya estáis bien seguros tras un enorme pedrusco. Como Chuk esperaba, Zipple no tarda en salir bastante perjudicado. No deja de moverse de un lado a otro visiblemente mareado. Chuk se abalanza sobre él y de un pestañazo lo tumba.
La organización está descabezada. En un par de días caen los demás miembros de la banda. Con la satisfacción de haber cumplido con tu deber, vuelves a la "Espacio exterior 1", pero en cuanto ves al teniente, recuerdas que tienes una cuenta pendiente con él...