28

Vuelves a la comisaría con la sensación de que se te ha olvidado algo importante. Al verte de vuelta tan pronto y sin haber siquiera comenzado a investigar el caso, te rebaja a agente raso. A partir de ahora, patrullarás las calles como si fueras un novato más. Cuando apareces por la sala de briefing, el sargento Luguer ya casi ha terminado de asignar los destinos, por fortuna a ti te deja para el final:


- Y como regalo de bienvenida para Jim - el sargento hace todo lo posible para no parecer sarcástico, pero no lo consigue- patrullará la zona del puerto, que como todos sabemos es la más tranquila de la ciudad.


Las carcajadas que suenan a continuación no hacen más que refrendar la ironía del sargento. El puerto es lugar de encuentro de toda la escoria humana, nada distinto de cualquier puerto del mundo.


Cuando el viento fresco de la calle golpea tu cara, te sientes libre. Después de todo no te ha venido tan mal que te degradaran, empezabas a echar de menos el contacto con la gente de a pie que aún respira. Como agente novato ni siquiera tienes derecho a un patinete, así que te diriges a tu destino dando un agradable paseo mientras contemplas escenas de la vida cotidiana, eso tan desconocido para ti: un niño paseando a un perro, una mujer paseando a un perro, un hombre paseando a un perro, un perro paseando a otro perro... Lo piensas mejor, la vida cotidiana es demasiado aburrida para ti. Nada como un chute de adrenalina durante un tiroteo para sentirse vivo, como en aquella reunión del cuerpo en la que os peleásteis por un donut.


Como muestra de la perfidia y la bajeza moral del lugar, nada más poner el pie en el puerto se te acerca una meretriz dispuesta a ofrecerte sus servicios gratuitamente, ventajas de llevar el uniforme. Nunca has rechazado un polvo gratis, así que te dispones a aliviar tensiones. Ya en su piso, os preparáis para el tema, pero antes de que puedas realizar tu famoso salto de la acémila, a la chica le surge una duda.


- ¿Llevas protección?


- Sí -respondes. -  Aquí llevo la pistola.


- No, me refiero al tipo de protección que evitará que dentro de 9 meses te enroles en la legión extranjera.


- ¿Cómo?- no tienes ni idea de que te está hablando, lógico, puesto que la sangre hace varios minutos que abandonó tu cerebro.


- Bah, déjalo, no me importa que no uses un preservativo.


Así que se refería a eso...



. Si rebuscas en tu cartera en busca de uno, ve al post 71 rápido porque en media hora sí que empezará a cobrarte.


. Si pasas del tema porque el látex constriñe tu virilidad, se siente menos o simplemente en la farmacia nunca han tenido unos de tu talla, ve al post 72 (fantasma).