- Me siento muy halagado, Señora Collins, y créame, si tuviera 70 años más y no viviera en la Mansión Playboy, satisfaría su deseo, pero no me gustaría que me condenaran por gerontofilia.
- Jimmy, el año que viene dejaré de ser fértil y quiero un hijo como sea, ¿entiendes? Como sea - no te gusta el tono de ese ultimo "como sea" y comprobar que te apunta con un rifle blaster no ayuda.
- Y ahora aparca el coche junto a ese cactus.
Una vez has parado, te golpea la cabeza con la culata del fusil y caes inconsciente. Te despiertas en una cabaña rústica, atado de pies y manos a una pequeña cama. Intentas liberarte pero los nudos son muy resistentes. Al menos la cuerda es de nylon.
La cabeza te duele todavía. No sabes a ciencia cierta cuánto has pasado inconsciente pero ha debido ser bastante porque a través de una ventana puedes ver las dos lunas de Klam.
- Buenas noches, mi querido Jimmy - de entre las sombras de un oscuro rincón aparece Agnes sonriente acariciándose el vientre - Estuviste fantástico esta tarde.
Comprendes a qué se refiere cuando compruebas que el mastil está en todo lo alto.
- Es imposible, estaba inconsciente - titubeas.
- Para algo están las drogas - replica al tiempo que te muestra un tarro medio vacío de Viagbra-32. De tu boca solo escapa un sonoro: "¡¡¡¡Noooooooooooooooo!!!!"
Te despiertas en el asiento del conductor del coche de Agnes. En el asiento de al lado está ella con el blaster en sus rodillas y el cuello chamuscado. Se ve que eras el primero al que intentaba ultrajar y se le disparó el blaster por accidente al golpearte. Te quedas el arma y tiras el cuerpo inerte de la anciana al polvoriento suelo. Si tenías alguna oportunidad de ir al cielo, con ese acto la has desperdiciado.
Te acomodas en el asiento y agarras fuerte el volante, pero te surge una duda: ¿dónde voy ahora?
. Si te das la vuelta camino de la ciudad ve al post 42
